La diputada, Christine Boutin por el partido Movimiento Popular y Unión a la Democracia Francesa concedió una entrevista en el 2014 a la revista “Charles”, donde le preguntaron qué opinaba sobre las relaciones homosexuales y ella hizo referencia a un pasaje de la Biblia para responder.
“Yo jamás he condenado a un homosexual. La homosexualidad es una abominación, pero no la persona. El pecado nunca es aceptable pero el pecador siempre es aceptado”, respondió.
Lo único que hizo la diputada fue ejercer su derecho a libertad de expresión y como cristiana dio su enfoque de acuerdo a las Sagradas Escrituras en Levítico 18:22. Sin embargo, la Corte de Apelaciones de París ha confirmado la multa de 5.000 euros a la diputada por “Incitación pública al odio o la violencia”.
Además de la multa, será obligada a indemnizar con otros 2.000 euros a “Mousse” y “Le Refuge”, las dos asociaciones francesas del lobby LGTB que se han presentado como acusación particular.
Lo mismo está ocurriendo en España
La Ley LGTB impulsada por Cristina Cifuentes y aprobada en la Asamblea de Madrid abraza la doctrina impuesta por la ideología de género, discriminando y sancionando a todo aquel que piense de manera contraria y obligando a cualquier entidad, persona u organización a expresarse de acuerdo a sus criterios.
